lunes, 31 de octubre de 2011

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Doble Aro de Algodón
$ 120.00
IVA Incluido

Gimnasio
$ 350.00
IVA Incluido
Anillo de Piel y Madera
$120.00
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¡¡¡¿QUIERES LLEVARTE UNOS DE NUESTROS INCREIBLES JUGUETES PARA TU MASCOTA?!!!

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Envía un video de 1 minuto de duración en el cual nos  cuentes el porqué deseas obsequiarle a tu mascota este divertido juguete, la historia más original ganará el premio y el video ganador se publicará el día 15 de diciembre de 2011.

Juguetes antiestres para pericos

JUGUETES



En la naturaleza, los loros y periquitos emplean gran parte de su tiempo y energía en el vuelo y en la búsqueda de alimento. Bajo la protección del hombre, el vuelo se reduce en gran medida y la búsqueda de alimento de elimina. Independientemente del modo de mantenimiento y alojamiento debemos ocuparnos de su entretenimiento y distracción así como de estimular su actividad física.

Los juguetes son de vital importancia para mantener a nuestro loro estimulado, activo e interesado por su entorno y contribuyen en gran medida a su equilibrio psicológico, por lo que se reduce la incidencia de problemas como los gritos y el picaje.

El propietario debe elegir un juguete adecuado para el tamaño del ave. Un juguete diseñado para un loro pequeño, puede ser usado por un loro mediano y grande pero su duración, sobre todo si es de madera, será muy limitada. En cambio un juguete grande si puede ser usado por un loro pequeño, aunque si las piezas son demasiado grandes perderá en gran medida la finalidad perseguida.
Los juguetes acrílicos son la alternativa resistente a los juguetes de madera que tanto disfrutan los loros. El acrílico es un conglomerado de polímeros de carbono casi irrompible y no tóxico. Los juguetes que mejor resultado ofrecen son aquellos con partes móviles y los que reclaman la creatividad del ave para conseguir su objetivo trabajando sobre el juguete.
Algunos loros pueden perder interés en un juguete con el paso del tiempo, por lo que resulta interesante sustituirlos regularmente. De esta manera, cuando se reponga un juguete previamente retirado, volverá a resultar interesante.



juguetes antiestres

Las Aves Sufren Depresión


Un síntoma de depresión en loros, cacatúas y guacamayas, es la automutilación que consiste en arrancarse las plumas hasta quedarse completamente pelones, explicó el especialista en el comportamiento animal, Alberto Tejeda Perea.

En entrevista con Notimex, el responsable de la Clínica del Comportamiento Animal, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootécnia, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que la depresión en estas especies es el resultado de una serie de alteraciones en su modo de vida.

Los loros son animales que se manejan en parvadas y dentro de esta sociedad son animales muy fieles, tienden a formar núcleos de pareja y a tener crías con ellas hasta el momento de su muerte, sin embargo, ante la ausencia de ésta surge una serie de alteraciones en su conducta, como es el comenzar a desplumarse.

A estas alteraciones se involucra el factor químico, es decir, dejan de comer y esto, en los loros es muy problemático, porque su metabolismo es muy rápido que conlleva a daños muy fuertes, agregó la fuente.

Ahora bien, cuando conviven con la gente, los loros tienden a sustituir la pareja reproductiva por la persona que los crió o con la que lograron identificarse, de ahí que son facilmente domesticables y adaptables al ambiente del ser humano, precisó.

Con el cambio o la ausencia de esta persona con la que lograron identificarse, pueden ocurrir dos situaciones: en el caso de que el ave conviva con otros animales de su misma especie, ésta tiende a regresar con su pareja reproductiva y en ese sentido no se vería afectada su estabilidad emocional.

Por el contrario, cuando el animal vive solo, entra en un estado de estrés, deja de comer y comienza a desplumarse poco a poco hasta quedar completamente expuesta su piel, abundó.

Lo que hacen es arrancarse las plumas, es bastante frecuente ver que la gente supone que es porque hace mucho calor y se les va cayendo la plumas, pero no es así, comentó.

Es un patrón muy interesante, dijo, porque empiezan a arrancase las plumas del pecho, luego se alcanzan las de la cola y a veces sólo se quedan con las de las alas, lo cual se considera como una conducta compulsiva y es muy frecuente en guacamayas, cacatúas y loros huastecos.

Estos seres, que presentan este tipo de problema, llegan de manera muy frecuente a las clínicas del comportamiento animal.

A la UNAM llegan de cinco a seis casos al mes, pero varía en épocas de reproducción en la cual se incrementa significativamente la cifra.

Se revisa el origen de la depresión y se someten a una especie de terapia que consiste en darles mayor actividad con algún juguete, sacarlos a pasear o reubicar su jaula.

El tratamiento varía de una semana hasta un mes, dependiendo de el grado de depresión o alteración conductual que presente el ave, concluyó Tejeda, quien también es investigador y especialista en fauna silvestre.